(ATENCIÓN: ésta entrada es la continuación de la entrada anterior, si no habéis leído la anterior, deberíais hacerlo...)
...me acerco a la joyería, y llevo mi asqueroso cuerpo al escaparate. Lo observo, lleno de relojes, pulseras caras, sortijas con pedruscos. Me acerco tanto que incrusto mi careto en el cristal y dado mi estado se lo envadurno inconscientemente de una mezcla de saliba, grasa y moco. Se lo dejo firme, vamos.
El dependiente ha oído el golpe y sale del mostrador y se dirige a la puerta. Alertados los clientes, veo a una amiga de mi madre entre ellos, chungo!! El dependiente abre la puerta y me dice con gesto y verbo superior:
-¿Quiere algo, señor?
Hijo de la gran puta, pues no me llama de usted, seguro que cuando entre en la tienda, para él no seré más que un mierda que mira artículos que nunca podrá comprar.
-¿Cómo que si quiero algo?
-¿Qué si desea algo?, le pregunto
-Deseo que tus pelotas las tengas dentro de la boca, y que tu cabeza esté cercenada en mi mano izquierda, mientras la sangre que derramas por el cuello me de calor en la muñeca y en la mano, ese calor que me falta en estas jodidas noches invernales...
El dependiente sale de naja, se mete en el establecimiento y cierra con llave. Los pocos clientes que tiene la joyería se agolpan en el escaparate, entre ellos la vecina de mi madre. Me ha reconocido. Lo noto en su mirada.
Me piro.
Vuelvo al parque. Me siento en un banco y me meto las manos en los bolsillos de la chupa. Encuentro un mp3 que me regaló (?) mi hermano más joven. Me lo acoplo a las orejas y lo enciendo.
¡¡Joder!! Suenan Rage Against the Machine!! Cuánto tiempo sin escuchar al grupito éste, exclamo.
Empieza la canción "Kiling in the name" y me está dando un subidón de ganas de inflar a alguien del carajo. Me levanto y me dirijo al todo a Euro.
La voz de Zack de la Rocha hace que mueva arriba y abajo mi cabeza, me estoy poniendo malo, se me junta con el buco y la birra, creo que voy a destrozar el puto chino...
...entro a la mierda ésta con la potencia de un saltador de triple salto ( o eso creo ), y le enchufo un hostión en la cara al vendedor que todavía está buscando las cejas...saco el pincho y amenazo a una tipa que está colocando unos cuadernillos en un estante.
El primer fostiado todavía no se ha levantado del suelo, pero no me preocupa. Insto a la ¿filipina-china? a que cierre con llave la puerta, para alejar supuestos curiosos, compradores o cámaras de Telemadrid. Cierra.
Me doy la vuelta al mostrador y veo a un ¿filipino-chino? tirado en el suelo, ensangrentado, sangrando y con la nariz desviada por el truco. Me profiere palabras en su idioma y le conduzco a hablar castellano mediante patadas en el cuerpo y tirones de patillas...
Le digo que me dé la pasta o le inflo como a un balón. Me señala la registradora retorciéndose en el suelo. Me acerco a ella, pero la tiparraca oriental se avalanza sobre mí, agarrándome de los pelos y consigue tirarme al suelo. Pierdo el cuchillo.
Forcejeamos, aprovecho para tocarla una teta (hace mucho que no lo hago) y presiento que tiene mucha fuerza. Me fijo en unas bases sólidas de vidrio para albergar velas e intento llegar a una, la guarra ésta no me deja... consigo coger una y se la estampo en el melón a la asiática, entonces noto que la presión de sus manos en mí se difumina. La he dejado K.O.
Incomprensiblemente los auriculares del mp3 los tengo intactos en los oídos, mientras los Rage me barrenan el poco cerebro que tengo, me acerco al semi-finado y le digo que abra la puta caja, que estoy perdiendo el tiempo...
Pero, ¡Horror!! una patrulla de la BESCAM conoce la movida por unos transeuntes y están apostados en la puerta, apuntándome con sus armas... me tiro al suelo y rebusco entre toda la mierda que veo algo para hacerles frente. Rollos de papel para regalo, cintas de cámara de vídeo, cds para grabar...
¡Ojo! Hay una cámara con bebidas frías, me arrastro hasta allí y escucho dos disparos que perforan el cristal de la puerta. Me escondo, abro la puerta y cojo una birra. Me la bebo de un trago, y cojo otra que me cuesta más digerir...
Al tirar de rabia la quinta lata de cerveza vacía golpeo con ella mi preciado cuchillo, que tanto tiempo me ha acompañado. Repto hasta él y lo aso de manera asesina. Me pongo de pie y me precipito hacia la puerta de entrada cuando noto los proyectiles de la pasma en mi cuerpo... los primeros me han herido y me hacen arrodillarme, los siguientes hacen que pierda la poca conexión que tengo con éste mundo, vuestro mundo. Caigo al suelo herido de muerte, en el puto mp3 suena "A bullet in your head"...
Me levanto y sale una pantalla que pone "Continue?" y una cuenta atrás que empieza en "10". Más abajo pone "Yes" or "No" , con el "Yes" resaltado, le doy a "continuar" y denuevo aparezco en el Parque sentado mirando la Joyería.
Esta vez me lo voy a montar mejor, antes de dar el palo, voy a ir a ver a unos colegas...
