lunes, septiembre 29, 2008

Far far West



Entré al Saloon sin nada de valentía, las puertas bamboleantes del sitio me golpearon varias veces hasta que entre. La gente se fijo en mí por la torpeza acaudalada desde hace años... me encomendé a la barra.

Un oso marino ataviado de camarero se acerca a mí en dispoción de que le pida algo. Le pregunto la hora, tuerce el morro y me responde:

-Serán las seis en pocos instantes... beberá algo el señor?

-Sí, déme un vaso de agua...

Mi aspecto rudo de vaquero aleccionado deja al barman

extrañado. Veo que me mira de arriba a abajo, pero procede a la labor. Hay gente jugando cartas, apuestas fuertes por lo que noto en sus tonos.

-Su vaso de agua.

-¿Qué?

-Su vaso de agua, digo.

-No le he oido, el piano está muy alto, y algo desafinado, no escucho bien..

-Yo le escucho perfectamente, -me dice, mientras repasa un vaso de whiskey con un paño raído.

La melodía del piano es asquerosa, aparte de sonar fatal y agudísimo.

-Oiga, la fea esa del piano, con cara de mongólica doctorada, ¿no puede ir al baño y quedarse allí un rato?

-¿Quién? ¿Janet? ¿La pianista?

-Sí, la informe esa...

-Sí, mi hija. Es una lástima que no le guste, y un problema que me cuente a mí esas cosas..., busca algo por estos lares? Le puedo enviar a un sitio más placentero que este tugurio. No haga muchos ademanes, tengo un hierro aquí, debajo de la barra, que puede hacer que cambie de opinión...

-Siempre me gustó el piano, además es una de mis favoritas, la que toca ahora digo...

-Le he preguntado si busca algo por aquí...

-He quedado con la hija del Sheriff, ya sabe, esa mojigata fácil para un hombre de mi porte...conoce las habitaciones del Motel como la palma de la mano, golfa y cachonda donde las halla..

-Ah, sí, mi sobrina. La tengo en un altar. La gente la toma por lo que no es, dicen que se acuesta con cualquiera pero no conozco un hombre vivo que me haya dicho tal cosa...

-Bueno, amigo, no son las seis todavía, no?

-No.

-Pues me voy a por espuelas, que me cierran. Luego si eso nos vemos, eh?

-Si.

-Adiós.

-Adiós.

sábado, septiembre 20, 2008

El CONCIERTO del AÑO

Me gusta mucho el cachondeo, pero hoy quiero hacer una mención especial a un concierto que se va a celebrar en mi querida Laguna de Tenerife.
Me encantó que los Sex Pistols se personaran (por fin) en la península, tocando y pasando el corte con notable en las tres localidades que descargaron ( lástima del histriónico Rotten y sus peleas de encendido super-estrella en Azkena).
Me sudó la polla la reunión de The Police, The Who, The Doors, y otros grupos que, algunos afines a mis gustos, me preocuparon poco en mi vida cotidiana. Recuerdos preciosos con respuestas nulas, queda el vinilo, imperecedero...
Me entero que hay un concierto por las fiestas del Cristo de La Laguna y mi sorpresa es que dos de los grupos que tocan no existían.
Como podéis ver en el cartel, Guerrilla Urbana siguen dando caña gorda con más medios, más producción y sobrados de cojones... Leo otro, Conemrad, grupo que nos enamoró en la península, aunque los tildaron de Nazis por su canción "La Laguna for Africa", siempre creí que era un esputo de rabia contenida por las condiciones sociales de la isla.
Pero me quedo acojonado al ver que Rebaño de Dios también tocará en el evento. No me lo creo. Me pellizco las pelotas para saber si estoy despierto.
Rebaño de Dios ( o RDD) fue una de mis bandas favoritas a finales de los 80 y principios de los 90. Algo accidental. Conocí a su batería Guille (alias Pepino) en una estancia forzosa en la localidad, La Laguna. Congeniamos gracias a nuestros gustos musicales parejos, me pasó algo de música local y me contó la historia del grupo. Los escuché en cinta y en el local de ensayo (creo que en casa de los padres del "Oveja") y flipé con ellos..
La "mili" se terminó y me volví a mi Madrid querido, lleno de polución y falto de playas. Pero mi contacto con Guille siguió a modo de carta y físicamente un par de veces. La última, hará 7 u 8 años, llendo a la Calle El Juego, donde vivían sus padres, y por casualidades de la vida le conocían y me condujeron hasta él, ya no vivía allí.
Charlamos un rato, dos cervezas, habían pasado unos años. Me alegré de verle, aunque ya no éramos los mismos. El grupo no existía ya y las prioridades eran otras.
Unos años después, veo que la máquina se pone en funcionamiento, engrasada. Me alegro. se lo merecen. Atrás queda "El Chola" (garito al que me llevó el Pepino), las borracheras, el olor a Cuartel y las ansias de ser el personaje que queríamos ser.
Por un millón de cosas más, me encantaría estar el día 20 en las fiestas del Cristo de La Laguna viendo como aporreas esos timbales.
Te lo mereces, Guille.
Saludos del "godo" del Agus.

miércoles, septiembre 03, 2008

...ese café...

Me tomo una de esas cervecitas diarias en un bar cercano a mi trabajo. La saboreo. Hoy están muy bien tiradas. Ojeo un periódico de tirada nacional mientras escupo a mi mano izquierda los huesos de aceituna. Leo entre líneas los sucesos, siempre algo escalofriante, lazos sin cuerda...
Entra alguien que se sienta en el taburete haciendo mucho ruido y pide un cafe expresso. No presto atención, nos separan al menos tres metros de barra, con la famosa curva que hace dicha apoyadura.
Será imaginación mía, pero es servir el café en el plato y presentárselo al cliente cuando éste le dice a Matilde, la peruana de la barra, que si sabe echar un café.
La chica le dice que si es poco café lo que quiere, él dice que sí, algo alterado y le dice que sea más concentrado. Lo que es un italiano, le dice.
Escucho cómo golpea el porta en el cajón para quitar el poso y advierto que Matilde va a hacerle otro café al enfurecido señor. Yo a mi diario...
-Carga un poquito más el porta, que te saldrá americano, joder...

Por el cabreo del cliente entiendo que el café no le gusta. Le esgrime un "Que se lo tome su puta madre" ... me giro para ver cual es el problema con la chica, modélica en su actos y trabajos y veo que el señor se va, americana burdeos, pantalón mostaza, pelo cano.
Matilde se queda cariacontecida con el asunto, le intento quitar hierro...
Pago y la felicito por esas tres cañas que cojonudamente me ha tirado.

Subo al curro y mi supervisor me dice que le acerque unos informes al jefe. Toco la puerta y entro. No hay nadie. Me dispongo a dejarlos encima de la mesa cuando veo una chaqueta color burdeos sobre la silla. Qué hijoputa!! Le dejo los informes me giro y me topo con él.
-Qué? Agus,...
-Nada, a traerle unos informes de la constructora
-Torclate, S.A.?
-Sí, imagino...
-Ok, me acercas un café, cortito, ya sabes...
-Sí, pero del bar de abajo, la cafetería está cerrada, ya sabes ...?