Dedicado a Miss.
miércoles, mayo 28, 2008
lunes, mayo 26, 2008
Un día cualquiera
Que bonita es la hierba rasurada y limpia. Que bonito es el paisaje cuando ninguna mierda colma su visión. Que bonito imaginar que alguien pueda cambiar los acontecimientos...
Estuve hace casi dos años en Alemania en viaje de ocio para conocer a sus gentes y beberme sus cervezas. Como no pude hacerlo, mi imaginación se desbocó y tuve problemas.
Visité Munich rápido pero no dejé de pasar por el Olylimpia Park, sede de unos juegos olímpicos (creo recordar) en su día. Todo bello y pulcro aunque obsoleto. Instalaciones con olor a hierro oxidado, caminos semi ecuestres, pero bien. Me gusto, Hostias.
Llegué al lago de las instalaciones y admiré su preciosidad. Algo asomaba tras una verde colina, dos orejas en forma de pequeño círculo me hicieron pararme. Era un puto Teletubbie.
Estuve en Madrid en tratamiento por estos dichosos tipejos folla gomaespumas y deseaba que no me jodieran el viajecito.
Parado todavía observé como esos cuatro levantacipotes salían del horizonte, escocidos y con ganas de juerga. Vomité la Kartoffen Salad y la salchicha esa grande que me zampé mientras me caían dos lágrimas como monedas de dos Euros.
Los veía acercarse, pero nos separaba ese precioso lago que no podía mirar...
-Habéis vuelto, hijoputas, para pronunciar más la tara que tengo debido a vuestras apariciones, espeté (de Tarradellas, claro), mientras me tapaba el ano con la mano derecha.
Abandoné el lugar.
Comido por el nerviosismo regresé al Hotel, a intentar sacar en claro si mis neuras con estos "homeless" de peluche estaban en el olvido, o contrariamente, me seguían lacerando el hipotálamo y volvería a mi pasado travestido.
Ya en el Hotel, me quité la falda y la peluca, y decidí acabar con esta malsana experiencia. Rebusqué en la maleta mis artilugios de defensa y hallé casi todos: mi Uzi ennegrecida ( que 400 € más bien gastados), cuerdas para atar, puñales y cuchilos varios, el Tirachinas Gigante que me hizo mi colega Julito el ebanista, además de granadas de mano irakíes, cartones de leche adulterados y sondas anales de largo recorrido. Esperé al día siguiente amorrado a una botella de anís sueco que le robé a un indigente.
Despierto de cuerpo pero no de mente, regresé al lugar maldito con el fin de defenestrar a los cuatro piojos crecidos. Crucé el lago con la motonabo de Laín y me dispuse cual marine en la costa, tirado en la orilla para hacer mis movimientos más silenciosos.
Al primero que me encontré, le puse mi 45 en la boca fuertemente y le dejé k.o. Con la pistola de clavos le clavé en la pared y le rematé con unos sustratos de origen humano que encontre en las letrinas el hotel. Fin para él.
He de reconocer que no manejo bien la pistola de clavos y el pobre sufrió más de la cuenta.
El siguiente estaba al lado de un árbol cogiendo frutos, fruto de mi inmundicia y de mi paranoia. Murió, con sogas decorando su sutil cuello, a la vez que le propinaba una seria paliza con mis camperas.
Los otros dos, muertos de pánico al llamar a sus amiguitos con sus chirriantesbramidos y no hallar respuesta, se escudaron en un zarzal próximo. Los colores llamativos de sus infantiles ropajes les hicieron ser un blanco perfecto de mi amada Uzi, la cual descargó su ira sobre ellos en forma de tres cargadores.
Amontoné los cadáveres en una explanada, los lavé de rastros de sangre y/o vísceras, y los ahorqué, creando un magnífico monuento en el que me hubiera gustado verlos siempre.
Pasé muy mala noche en el motel pero tuve fuerzas para madrugar e ir al lugar del crimen. ya no estaban allí. Saqué la instantánea que veis al principio del post. Y ya no estaban, al menos en mi cabeza...
(Gracias por las fotos de Pissarra Negra)
domingo, mayo 25, 2008
¿Quién robó...
¿Quién robó alguna vez algo?
¿Quién me robó las muletas...?
¿Quién robó en un jardín sin flores?¿Quién robo al desprotegido?
¿Quién me robó el inflaruedas de mi silla de impedido?
¿Quién?
¿Quién me lo robó?
¿Quién roba las ilusiones?
¿Quién roba las sonrisas?
¿Quién roba pan duro para perder unas elecciones?
¿Quien roba en las nóminas?
¿Quién cojones me ha robado la prótesis de mi pierna izquierda? ¿Quién, que le ostio con los muñones?
¿Quién roba Esperanza en la vida a golpe de promesa?¿Quién roba el amor, la felicidad?
¿Quién me roba el rosal de mi corazón?
¿Quién me roba mi tiempo?
Ahhh! Joder, que eras TÚ, vale, nada, ahora me cago en tu puta madre, pasamos página.
(Como metas mano a mis cervezas, tengo una radial que va delujo...)
¿Quién me robó las muletas...?
¿Quién robó en un jardín sin flores?¿Quién robo al desprotegido?
¿Quién me robó el inflaruedas de mi silla de impedido?
¿Quién?
¿Quién me lo robó?
¿Quién roba las ilusiones?
¿Quién roba las sonrisas?
¿Quién roba pan duro para perder unas elecciones?
¿Quien roba en las nóminas?
¿Quién cojones me ha robado la prótesis de mi pierna izquierda? ¿Quién, que le ostio con los muñones?
¿Quién roba Esperanza en la vida a golpe de promesa?¿Quién roba el amor, la felicidad?
¿Quién me roba el rosal de mi corazón?
¿Quién me roba mi tiempo?
Ahhh! Joder, que eras TÚ, vale, nada, ahora me cago en tu puta madre, pasamos página.
(Como metas mano a mis cervezas, tengo una radial que va delujo...)
martes, mayo 20, 2008
Alzo el puño...
artista, funambulistas de lo mediocre y lo semi-cocinado.
Versiones de Cadena Dhial con olor a semen veinteañero, interpretaciones de ridículo entorno flageladas por vestimentas Berskhasianas, onanismos Risto-judiciales en fase de deconstrucción.
¿Qué cojones es ESTO?
Segundas partes fueron peores, decía aquel, séptimas u octabas...
programita de llorones os dedico el mierdero logo que os currastéis,
algo retocado y en poco tiempo, como habéis hecho vosotr@s.
La náusea no me permite decir nada más, que gane Rosa, Rosa Chacel.
Lo demás, qué importa!! Desafina mientras puedas...
martes, mayo 13, 2008
Abducido
Hace ya varios años me ocurrió una cosa que NUNCA he contado por miedo a cachondeos y risillas fáciles, pero considero que debo contarla porque es algo que me martillea casi diariamente.
Un buen día soleado, sábado para más señas, fui con el coche a buscar un lugar bello a la par que cómodo para currarnos una paella con mi primo y amigo Julito, ir toda la peña, tomarnos veinticinco mil botijos y degustar un buen arroz, como él sólo sabe hacer.
Me acerque a La Jarosa, donde había parrillas para cocinarlo y mesas de piedra donde apretárnoslo. Me sorprendió que fuera uno de los pocos que había decidido ir ese día tan magnífico, el Sol me hizo despojarme de mi camiseta de los Cramps y mostrar a la Naturaleza mi envidiable torso.
Anduve (del verbo "andar") por los alrededores buscando la mejor ubicación para ser los primeros al día siguiente. Vi una mesa con su "cocina" cerca de un chiringuito y a pocos metros del embalse. Cojonudo, aunque habría que madrugar...
Me tomé seis cañas en el bareto y me dispuse a volver a mi coche. El Sol pegaba de cojones.
Durante el trayecto, mirando al suelo, noté como si algo tapase el Sol, difuminándose las sombras de los árboles. Acto seguido, una luz descomunal me cegó por completo, aplicándome sobre los ojos un picor inusual...
De repente, sin haber transcurrido ni un puto segundo, me encuentro dentro de lo que creo que es un O.V.N.I., sí, hostias!! Miro a todos lados y no veo nada más que pulcras ¿paredes? y lucecitas que parpadean de vez en cuando. Seis cañas en poco más de diez minutos y mi exposición al Sol me están jugando una mala pasada...
Intento caminar, pero no muevo las piernas, y sin embargo me muevo... llego al sitio que quiero con sólo pensar dónde quiero ir, acojonante.No levito, porque veo que mis pies estás pegados al suelo, pero me muevo.
Intento un mortal hacia atrás con doble tirabuzón y lo realizo sin problemas.
Veo un pasillo de unos 15 o 20 metros de largo. Me adentro ¿andando? con un movimiento armónico simple pero sin dar una jodida zancada. Aparezco en una estancia mayor a la anterior y allí están ellos: si os digo que había mil alienígenas a lo mejor me quedo corto. De aspecto humano en su físico, son más bajos que yo pero con un apéndice entre las patas más desarrollado que en los seres humanos.
Alrededor de medio centenar se me acerca y noto cordialidad en su trato, me preguntan en algún idioma desconocido y contesto en castellano y se rien...lo jodido es que entiendo lo que me preguntan, pero ahora no me acuerdo qué fue.
Uno me pregunta en alemán, para ponerme a prueba, que hacía abajo. ¡Y LE CONTESTO EN ALEMÁN! Alucino!! Yo controlo algo de inglés, pero alemán...Me preguntan varios a la vez y me doy cuenta de que tengo la capacidad de responder a siete al mismo tiempo y aprovecho para preguntarle a uno si su madre dejó de ser tan puta cuando le parió, a otro le digo que si tiene el "Emule" para descargarse algo de Camilo Sesto, en fin, mis chorradillas...
Todos están felices, yo cogiendo confianza y en mi salsa. Pienso que me molaría darle una colleja a uno que tengo a mi derecha, y automáticamente se la clavo, mi brazo es casi más veloz que mi mente. Se suceden collejas por doquier, llevándome miles y repartiéndo millones...
Se me ocurre darle a uno que no deja de moverse una hostia con una muleta de hospital. Dicho y hecho. Esgrimo en mi mano derecha una muleta tuneada con clavos (en la puta nave ésta impera la imaginación) y doy hostias con ella a la velocidad de Neo el de Matrix.
Pero ojo. Viene un marciano al fondo con más mala leche que el Fernando Fernán Gómez y todas las sonrisillas se tornan en caretos serios y serviles. Debe ser el jefe de estos trapos. Da una orden en un idioma que no entiendo y de repente me encuentro postrado en el suelo abierto de patas sin pantalones ni ropa interior.
Lo que sigue es una sucesión de penetraciones anales por parte de toda la tripulación que no acabo de entender. No se salvó ni uno, ni al que le abrí la cabeza y le partí en dos con la muleta. El hijoputa, arrastrádose, también me enculó. Fui y soy consciente de que me enrrabaron más de mil enanos hijoputas de ojos saltones y cabeza deforme y esa experiencia persistirá en los "anales" de mi jodida vida.
Recobré la consciencia al lado del coche, tirado en el suelo en pelotas y con la ropa al lado. Me vestí y me piré de allí.
Desde ese día intento ir todos los Sábados a aquella cuesta a ver si aparece otra vez la nave, mi nave...
Por cierto, la paella la hicimos al día siguiente en esa zona. Riquísima!! Yo me la comí de pie mirando al cielo. Ains!
FIN
El Agus
Un buen día soleado, sábado para más señas, fui con el coche a buscar un lugar bello a la par que cómodo para currarnos una paella con mi primo y amigo Julito, ir toda la peña, tomarnos veinticinco mil botijos y degustar un buen arroz, como él sólo sabe hacer.
Me acerque a La Jarosa, donde había parrillas para cocinarlo y mesas de piedra donde apretárnoslo. Me sorprendió que fuera uno de los pocos que había decidido ir ese día tan magnífico, el Sol me hizo despojarme de mi camiseta de los Cramps y mostrar a la Naturaleza mi envidiable torso.
Anduve (del verbo "andar") por los alrededores buscando la mejor ubicación para ser los primeros al día siguiente. Vi una mesa con su "cocina" cerca de un chiringuito y a pocos metros del embalse. Cojonudo, aunque habría que madrugar...
Me tomé seis cañas en el bareto y me dispuse a volver a mi coche. El Sol pegaba de cojones.
Durante el trayecto, mirando al suelo, noté como si algo tapase el Sol, difuminándose las sombras de los árboles. Acto seguido, una luz descomunal me cegó por completo, aplicándome sobre los ojos un picor inusual...
De repente, sin haber transcurrido ni un puto segundo, me encuentro dentro de lo que creo que es un O.V.N.I., sí, hostias!! Miro a todos lados y no veo nada más que pulcras ¿paredes? y lucecitas que parpadean de vez en cuando. Seis cañas en poco más de diez minutos y mi exposición al Sol me están jugando una mala pasada...
Intento caminar, pero no muevo las piernas, y sin embargo me muevo... llego al sitio que quiero con sólo pensar dónde quiero ir, acojonante.No levito, porque veo que mis pies estás pegados al suelo, pero me muevo.
Intento un mortal hacia atrás con doble tirabuzón y lo realizo sin problemas.
Veo un pasillo de unos 15 o 20 metros de largo. Me adentro ¿andando? con un movimiento armónico simple pero sin dar una jodida zancada. Aparezco en una estancia mayor a la anterior y allí están ellos: si os digo que había mil alienígenas a lo mejor me quedo corto. De aspecto humano en su físico, son más bajos que yo pero con un apéndice entre las patas más desarrollado que en los seres humanos.
Alrededor de medio centenar se me acerca y noto cordialidad en su trato, me preguntan en algún idioma desconocido y contesto en castellano y se rien...lo jodido es que entiendo lo que me preguntan, pero ahora no me acuerdo qué fue.
Uno me pregunta en alemán, para ponerme a prueba, que hacía abajo. ¡Y LE CONTESTO EN ALEMÁN! Alucino!! Yo controlo algo de inglés, pero alemán...Me preguntan varios a la vez y me doy cuenta de que tengo la capacidad de responder a siete al mismo tiempo y aprovecho para preguntarle a uno si su madre dejó de ser tan puta cuando le parió, a otro le digo que si tiene el "Emule" para descargarse algo de Camilo Sesto, en fin, mis chorradillas...
Todos están felices, yo cogiendo confianza y en mi salsa. Pienso que me molaría darle una colleja a uno que tengo a mi derecha, y automáticamente se la clavo, mi brazo es casi más veloz que mi mente. Se suceden collejas por doquier, llevándome miles y repartiéndo millones...
Se me ocurre darle a uno que no deja de moverse una hostia con una muleta de hospital. Dicho y hecho. Esgrimo en mi mano derecha una muleta tuneada con clavos (en la puta nave ésta impera la imaginación) y doy hostias con ella a la velocidad de Neo el de Matrix.
Pero ojo. Viene un marciano al fondo con más mala leche que el Fernando Fernán Gómez y todas las sonrisillas se tornan en caretos serios y serviles. Debe ser el jefe de estos trapos. Da una orden en un idioma que no entiendo y de repente me encuentro postrado en el suelo abierto de patas sin pantalones ni ropa interior.
Lo que sigue es una sucesión de penetraciones anales por parte de toda la tripulación que no acabo de entender. No se salvó ni uno, ni al que le abrí la cabeza y le partí en dos con la muleta. El hijoputa, arrastrádose, también me enculó. Fui y soy consciente de que me enrrabaron más de mil enanos hijoputas de ojos saltones y cabeza deforme y esa experiencia persistirá en los "anales" de mi jodida vida.
Recobré la consciencia al lado del coche, tirado en el suelo en pelotas y con la ropa al lado. Me vestí y me piré de allí.
Desde ese día intento ir todos los Sábados a aquella cuesta a ver si aparece otra vez la nave, mi nave...
Por cierto, la paella la hicimos al día siguiente en esa zona. Riquísima!! Yo me la comí de pie mirando al cielo. Ains!
FIN
El Agus
jueves, mayo 08, 2008
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