Ha desaparecido en la nada, rumbo al anonimato. Encallado en desconocidas litosferas. No le veo, le recuerdo. Con su barba fuerte y poblada, su aspecto portuario, su jovialidad.
Aún recuerdo tus baritas, ¡¡uummmmm!!, qué ricas! Qué lástima perder tu sino, tu andanza.
Añoro las ganas de jugar que tenía con los niños, la infinita salud y paciencia que tenía, sus largos cuentos de alta mar, pescando atunes de 600 kgs., ballenas, corzos y bisontes...
Que me dió este mi capitán que me tiene embaucado y dubitativo, que con su posición tutelar, me hizo ser el príncipe de los océanos, el delfín bravo que soy y la capacidad que tengo de poder respirar ahora en la Tierra. Cuanto te debo, mi Capitán, nunca podré pagarlo.
Quiero ese elixir, quiero el jugo de la ballena, quiero.Quiero ese arpón en mis manos, quiero sostenerlo, ser el mejor grumete(?)
Quiero esas baritas...
1 comentario:
Jajjajaja... Qué pasada. Me encanta tu humor y tu forma irónica y jocosa de escribir. El capitán Pescanova murió, pero siguen las baritas!
Besossss
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