viernes, octubre 31, 2008

Maldito Calisay

Íbamos muy tocados ya, pero con nuestro cuelgue nos propusimos tomarnos también la totalidad de las cervezas que su frigorífico contenía. Las metió en una nevera grande azul, descargó hielo encima de las mismas y nos bajamos a la calle.
Nos fuimos a un parque justo al lado de su casa, nos sentamos en un banco. Recordamos nuestras antiguas peleas, nuestras ausencias de diálogo,... Reímos. El rencor mutuo que teníamos se había difuminado con el tiempo.
Cuando el banco era un amasijo de latas de cerveza vacías, yo no era capaz de agarrarme el culo con las dos manos. Estaba anestesiado para los restos... Luis Flavio no iba mejor, se estaba explorando la nariz con una llave Allen que portaba en la cadena que colgaba de su cuello... Desfase.
-Mira el edificio donde vivo- dijo Luis Flavio.
Los dos miramos en esa dirección.
-Es mi casa, bendito palacio, derecho digno por Ley que se concede si te dejan...
-Joderrrr, ya estamos- digo
-Esa mierda no mide ni quince metros de alto
-Mide más, coño! -le digo
-¡Qué pollas! Eso no mide ni quince metros, esa mierda de Protección Oficial a precio de chalet, vamos..., me juego contigo lo que quieras.
-Dices..¿de alto? ¿no?
-Gilipollas...
-Mide más. ¿Tiene seis alturas más el ático, no?
-Sí, -me dice
-Pues perderás la apuesta,según mis etílicas cuentas.
-No creo, qué te juegas?
-Lo que me queda en la cartera, 50 €...
-Venga.

Empezamos a medir desde abajo con un metro que llevo en el llavero. Me ayuda a subir a la terraza del Primero, sigo midiendo tomando absurdos puntos de referencia. Escalo.
Estoy en la terraza del asqueroso del Segundo C. Escupo en su plaqueta impoluta y me vanaglorio de que hombre y moco puedan subir a pulso sólo con la ayuda de dos brazos. Me agarro a los poyetes del tercero, estoy sujeto, pero cuando suelto los pies de la barandilla, mis manos resbalan del terrazo, haciéndome caer al patio común...
Se me pasa de todo por la cabeza, mis años de juventud, mi familia, aquellos botellines que no pagué en Navalcarnero... me voy directo al suelo. Me mataré, seguro, ...éste cojerá los 50 pavos de la cartera...

4 comentarios:

anselmo dijo...

jajajajaja..Dios, tus historias macabras, divertidas y con esa mezcla de realidad y fantasía dignas de Tom Sharpe.
un saludo

Anónimo dijo...

Juasssssssssssssss, menudas apuestas, ajjajajajaj. Yo he apostado en alguna ocasión a escupir más lejos, pero a esto no.Tomo nota.

Anónimo dijo...

jajajja anda que menuda tela..pues no te digo lo que me he apostado yo, pero no deberíamos dejarnos picar con tanta facilidad..

bessetes

CHOPINGO dijo...

Llega un borracho al muelle y se pone a cagar entre los coches, en esto que aparece un policia y le dice: -¡QUÉ ESTÁ HACIENDO HOMBRE!, lo siento por usted pero tendre que dar parte al comisario. A esto el borracho responde: -Parte no, desela toda. fue la ultima en la Laguna.