Parece que me busco las cosas...
El otro día saco el D.N.I. para acompañar en el pago con tarjeta en una gran superficie y la cajera, guapa ella, me dice que mi documento está caducado.
-No me diga usted!!
-Sí, señor, caducó hace tres años...
-(No me salen las cuentas, dos años trabajando de domador de lubinas en una pisciactoría en Suecia y seis meses tirado a tutiplén en París no son tres años...) tiene usted razón, señorita, le abono en metálico...cuanto es?
-Un euro con setenta céntimos.
-Entonces cóbreme sólo los chicles, el pan es para mi vecina y creo que le queda de ayer...
-Pues 1,20 €, señor (con cara de mala hostia)
-Ok, no le importa que le dé suelto, llevo unos centimillos por aquí...
-En absoluto (me dice la tía falsa, girando la cara para otro lado en señal de asco)
-Aquí tiene, joven amable, gracias y perdone.
-Nada, señor, buenos días.
-Buenos días
-(miserable) piensa ella...
-(asquerosa, raposa mal follada, excremento defecado por una foca polar...)
-(tonto de los cojones, pues no me viene a pagar unos chicles y una barra de pan con la tarjeta...)
-(ala, tonta de los cojones, quédate en tu puta caja sentada en esa puta silla que te está atrofiando las piernas, que ya las tienes feas, por cierto, mientras tu marido se cepilla a tu prima hermana...).
Joder, tengo que renovar el carnet...
Salí del comercio alegre y vivaracho en busca de un fotomatón para hacerme las pertinentes fotos que me pediría el empleado de la Comisaría. El sol pegaba guapamente y la sed me mataba por momentos. Vi un bar cutre, con aceite hasta en el luminoso pero entré.
Me pedí un Marie Brizard sin hielo y una ración de callos, que me apetecían.
Llegaron los callos, los devoré como un hambriento en ayunas, pagué y me piré.
Dos calles más abajo localicé un fotomatón. Me acerco y posteriormente llego (hacerlo al revés es más complicado) , veo que funciona y me meto y me siento.
Al hacer el escorzo para sacar las monedas me da un retortijón de tres pares de cojones, reflejo de la noche anterior regada amablemente de Dyc cola, chupitos de Tía María y helado de limón.
Aprieto nalgas y muslos al unísono para que la materia líquida que albergo no salga al exterior.
Muerdo el extractor de monedas, me agarro a las cortinas de la máquina y me desato el cinturón con el propósito de que cese lo que preveo: echar mierda semi-líquida suficiente para llenar una garrafa de 5 litros.
Pienso en los astros, las partidas de dados... y en los putos callos con anís que me he clavado hace diez minutos, ¡¡¡Qué gilipollas!!!
No aguanto más...me cago vivo. Noto un chapurreo en el esfinter, y procedo a bajarme pantalones y ropa interior, porque encima no me cago.
Un climax parecido al orgasmo me recorre de arriba a abajo, pierdo la noción dos segundos, miro abajo y veo ese puré expanderse en el suelo. Lloro y río a la vez. Me he CAGADO!!!
No tengo huevos de salir porque físicamente no tengo espacio para apoyar aunque sea un pie sin pringarme.
Procedo a usar la de arriba y considero la opción de sacar varias copias de mis fotos para, por lo menos, limpiarme. Coño!! Veo que también hay retratos a 3€, imagino que el papel será de mayor dimensión...
(Fotografía de Vincent Dixon, cojonuda como todas las suyas. Cogida sin permiso para una buena causa, nada remunerada...gracias Vincent...nos vemos.)
Agur y felicidades a Joses y papases